ESPECIAL BANTÚ


BANTÚ EN EL MUNDO

Si usted es extranjero













Si viene de otra ciudad del país
















Si vive en Medellín pero no sabe cómo llegar















PUBLICIDAD PAGADA (SOBORNADA)

Por Alejandro Ramírez Giraldo

Realizábamos el consejo editorial de La Rata Literata en el bar Bantú cuando el administrador del bar nos solicitó muy comedidamente, entre cervezas, que incluyéramos en el próximo número una pequeña referencia o cualquier cosa que tuviera que ver con el bar. Inmediatamente le respondimos que no; le hablamos de la libertad de creación, de la imaginación, de la inspiración, de las musas… cualquier cosa con tal de que entendiera el no. Luego, más avanzada la noche y las cervezas, se enfureció y nos amenazó mientras nos mostraba la cacha de su revólver en una esquina de su cintura. Wilson y yo nos miramos e inmediatamente decidimos que no, que preferíamos morir a entregar nuestra libertad; repasamos mentalmente cómo estaban nuestros seguros de vida y cuál era la situación de nuestras familias y seguimos levantando las cervezas. Casi al final de la noche, cuando todos estábamos casi borrachos, el administrador dijo que nos pagaría por incluir su miserable bar en La Rata Literata. En ese momento no hubo necesidad de mirarnos ni de reflexionar y le dimos el sí. Pero para evitar que nuestros herederos se apropiaran o participaran de ese dinero, le exigimos que nos lo pagara con cervezas.

BANTÚ PARA DUMMIES

Introducción

Está demostrado científicamente que es casi imposible que un estudiante de la Universidad de Antioquia no haya escuchado en algún momento de su carrera la palabra Bantú. Quizá en algún corrillo, en algún letrero indecente o en alguna injuria hacia el bar.

También es probable que haya escuchado de él, pero no sepa dónde queda. No se preocupe, aquí le ayudaremos.

En todo caso no hay ninguna posibilidad de que se pierda. Siga cuidadosamente las siguientes instrucciones:

Si es un primíparo en la Universidad de Antioquia o simplemente un alcohólico más, párese en la calle Barranquilla al frente de la entrada principal de la Universidad un jueves o un viernes, preferiblemente. El horario ideal es después de las 6 de la tarde. Ubíquese de espaldas a la entrada y espere pacientemente a que lo empiecen a empujar con suavidad, a que una multitud bulliciosa lo haga cruzar el puente peatonal y le conversen durante las dos cuadras que le quedan faltando para llegar a Bantú. Es muy fácil, con seguridad no se perderá.

Ahora que ha llegado a Bantú se preguntará cuáles son las opciones. En general hay dos: si es mujer u hombre. Si es mujer puede sentarse sola en una mesa y esperar a que alguien se decida acompañarla (y pagar la cuenta); también puede buscar algún grupo de amigas y sentarse a tomar cerveza mientras critican a todos los hombres, comparten los chismes de todos los conocidos y empiezan a contar los pormenores de la última relación. Si es hombre debe buscar inmediatamente algún conocido (sea amigo reciente, un compañero de la escuela o colegio o alguien que le presentaron en algún momento de su vida) y espere a que hagan el pedido y con seguridad lo incluirán a usted; si se están rotando para pagar los consumos, vaya al baño con frecuencia o finja reconocer a alguien en otra mesa cuando le esté llegando su turno. Algunos más atrevidos entran al bar y pagan lo que consumen, algo que definitivamente está pasando de moda; además la cerveza sabe mejor si es gratis.

El libro completo “Bantú para dummies” se vende exclusivamente en edición pirata en algunos de los corredores de la Universidad.

Encuesta sobre Bantú

La siguiente encuesta la realizamos a los clientes habituales del bar durante el mes de Marzo de este año. La encuesta se realizó con todo el rigor técnico y científico según los cánones de la estadística contemporánea. Éstas son algunas de las respuestas:

¿Ha conseguido pareja en Bantú?

-Sí, me encarreto casi siempre con los novios de mis amigas.

¿Conoció a su esposo/a en Bantú?

-Ya me he divorciado tres veces, pero hoy me vine a dar otra oportunidad.

¿Ha traicionado a su esposo/a en Bantú?

-Cada que se puede…

¿Se ha emborrachado y ha empezado a poner problema?

-La última vez mis compañeras me sujetaron y me montaron en un taxi.

­­­-Hasta la segunda cerveza hablo poco, después de la cuarta bailo con cualquiera y después de la sexta o séptima que nadie me mire feo…”

¿Se ha emborrachado de cuenta de otro?

-Antes de comprar hay que dar la ronda para ver quién hay por ahí pa’ que invite…

¿Alguna vez ha vomitado en Bantú?

-La última vez me vomité encima de la grilla con la que estaba bailando; pero le había advertido que no diéramos muchas vueltas o mejor esperábamos a que el DJ pusiera Hotel California.

¿Ha entrado al baño de las mujeres y ha orinado la taza del sanitario?

-Cuando el orinal está ocupado y la urgencia es mucha… toca entrar al de las mujeres. Ellas se quejan de que uno orina la taza, pero hay que ser consciente de que es difícil apuntar desde esa altura y más cuando el piso se está moviendo.

¿Ha rehusado bailar con una hombre/mujer feo/a en Bantú?

-A veces le toca bailar a una con unos hombres que es mejor bailar apretado para no verle la cara.

-Después de seis cervezas todas las mujeres son hermosas.

¿Alguna vez lo ha mirado en Bantú un hombre/mujer feo/a toda la noche?

-Sí, es muy cansón, pero si es muy persistente me siento en la mesa de ella y empiezo a beber de su cuenta.”

¿Si va con su pareja se ha dado cuenta que es más hermosa la mujer de la mesa vecina?

-Eso siempre ocurre, por eso a veces es mejor no salir con la pareja.

¿Alguna vez se ha ido sin pagar la cuenta?

-Vamos saliendo de a uno y el último tiene que ser muy ágil o la paga.

¿Se sentó alguna vez en la taza del sanitario y se dio cuenta que estaba orinada?

-Sí, me provocaba bañarme en el lavamanos.

¿Ha bailado con un hombre feo toda la noche con tal de que le pague la cuenta?

-Yo personalmente no discrimino entre lindo o feo, espero a conocer cómo es su forma de ser… Pero si tiene con qué pagar la cuenta mucho mejor.

¿Se ha quedado con un grupo de desconocidos a pesar de que lo despreciaron toda la noche?

-Si me estoy riendo y tomando cerveza gratis aguanto lo que sea… No me considero un hombre resentido.

¿Le ha mordido la oreja a un desconocido/a mientras bailaba?

-Se la mordí suave y no dijo nada, de ahí en adelante no me acuerdo.

¿Alguna mujer le ha dado una cachetada después de hacerle una propuesta indecente?

-Varias veces, pero ya he aprendido a esquivar los golpes…

¿Se ha propuesto alguna vez no volver al bar y ha fracasado?

-Sí, muchas veces. Cuando salgo de la Universidad mis pies empiezan a jalar pa’ Bantú.

-Siempre que estoy enguayabado juro que no volveré, pero luego siento compasión y le doy otra oportunidad.

¿Ha visitado la competencia y ha optado por regresar a Bantú?

-Sí porque hasta pa’ vomitar y poner problema es mejor Bantú.

Encuesta realizada por el Departamento de Estadística de La Rata Literata. Marzo, 2008. Medellín, Colombia.

BANTÚ Y YO

Por Wilson Orozco

“Lo necesario es hacer algo importante para ti, analizar la vida…Yo no hago nada sobre la vida de los otros, sino sobre mi propia vida. Eso es lo único que sé.”

John Cassavetes

Mi mamá no tiene pensión pero tiene un hijo. Desde niño me dice que yo voy a ser su sustento. Que estudie. Que trabaje. Así lo hago. Soy obediente. No la puedo contradecir, ni contrariar. De pronto me gano un pellizco. O una palmada. O me agarra a fuete o me pega con un alambre. No vale de nada que le suplique que no me pegue. Me le arrodillo y ni así. Es mejor ser obediente y sumiso. Así nos va mejor en la vida. Los valientes mueren jóvenes.

*****

En la universidad veo a mis profesores de filosofía con un libro bajo el brazo. Caminan como unos filipichines. Llegan bien bañados y peinados por la mañana. No parecen venir de ningún bar ni de ningún puteadero. Deben venir directo de su aburridora casa. Pero cuál no. Han recibido un monótono y gregario beso de sus esposas. Están cumpliendo con lo que les toca. Me juro que tengo que ser algún día uno de esos profesores. ¿No es eso lo que hubiera querido mi mamá?

*****

El primer paso, para ser un burócrata de por vida, es hacer una maestría. Tengo que poner cara de serio e interesarme por teorías, conceptos y relatorías. Tengo que poner cara de interesante y pretender que lo he leído todo o casi todo. Estar a la moda. Leer lo último. Es como estar en un coctel. Vas de aquí para allá con tu copita de champaña, todas las conversaciones te interesan, a todos debes caer bien. Quién quita que al que estés elogiando sea el que te enganche de por vida con la U.

*****

Eugenia, una compañera de la maestría, es gorda, fea, monstruosa y vieja. Demuestra que se lo ha leído todo. Que se ha acostado con la mitad de la intelectualidad antioqueña. También me quiere y me odia. Es decir, quiere que me la coma. Pero eso me pasa solo con las feas. Me invita a una cerveza después de una tediosa clase de hermenéutica textual. No sé decir no.

-¿A dónde?, le pregunto.

- A Bantú.

Esa palabra de cinco letras no volverá a salir de mi vocabulario.

*****

Pedimos dos cervezas. Nos sentamos afuera en una mesa. Me empieza a hablar de todos los escritores antioqueños que se ha comido. De todas las películas que se ha visto. De todos los libros que me debería leer. No escucho lo que me dice. Solo me concentro en mi cerveza. Siento que me alborota mi alcoholismo. El alcoholismo de mi abuelo, de mi papá, de mis tíos. Me recuerda las borracheras de mi infancia y adolescencia cuando me pedían que me tomara un aguardiente y yo obedecía. Me decían que iba a ser un tipo muy verraco en la vida.

Ahora, el borbotón de palabras de Eugenia es como el zumbido de las abejas. Estoy fascinado con Bantú. Por lo menos, retrasa mi llegada adonde una esposa que ya no quiero.

Salgo borracho de Bantú. Rumbo a comerme a Eugenia, la fea gorda y monstruosa. Ella me promete ayuda para conseguirme un empleo en la universidad. Así lo hace.

*****

Cumplido el trato con Eugenia, le empiezo a echar el perro a una compañera de trabajo. Salimos. Me la como. Vamos a Bantú que es nuestro refugio. Allá nos escondemos. Allá nos emborrachamos. Allá bailamos. La manoseo entre la multitud de gente que baila y se emborracha. Esa multitud nos sirve de escondite. Le digo que me la quiero comer. Entramos al baño de mujeres. Allá me la como.

*****

Mi amante se enamora de un gringo. O de los dólares del gringo. Se va con él. Estoy triste y solo en una mesa. Álvaro, el administrador, me pregunta que qué me pasa. Se lo cuento. Me dice que tranquilo. Que a él también lo acaba de dejar la novia. Que ya está acostumbrado. Nos tomamos un tequila. Luego otro y otro. Y terminamos cantando que somos socios de la soledad. O que la soledad es nuestra socia. No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que somos unos perdedores. Perdedores por siempre.

*****

Ya no quiero seguir con esta historia. Tal vez tenga más material o tal vez no. Pero han sido años y años refugiándome allá. En ese antro. En ese cuchitril. En ese chochal. En esa orgia de cuerpos, licor y música. En ese bar donde no se puede ni caminar. Pero ahí está el encanto.

En Bantú he visto peleas, parejas que se han comprometido en matrimonio (YO le prometí matrimonio a alguien), mujeres borrachas besándose, borrachos que bailan al ritmo de Miguel Bosé, toda la fauna universitaria pero además tipos con cara de sicarios pidiendo una y otra vez música de Kiss, Bon Jovi o AC/DC.

Bantú es lo mejor y lo peor. Bantú es la vida pero también la quita. Poco a poco. Lenta y dulcemente.

EL TEST DE BANTÚ SOLO PARA BORRACHOS CRÓNICOS

Por Wilson Orozco

(Quien acierte en más de 18 respuestas, tendrá derecho a pedir una canción)

1. La última vez que cerraron a Bantú durante un mes fue porque:

Cortaron los servicios.

Cogieron a una nena sin cédula.

Álvaro Pérez se bebió todo el tequila.

2. El nombre real de Dunny es:

Duván

Dúmbury

Dudnikov

3. El señor J. antes tenía:

Gafas.

Frenillo.

Plata.

4. Mujeres que han hecho historia en Bantú:

La monja y la autista.

La loca y la borracha.

La marihuanera y la intensa.

5. Álvaro Pérez tiene:

Dos hermanos y una hermana.

Un hermano y una mascota.

Tres novias y una mascota.

6. El tiempo record que le ha durado una novia a Álvaro Pérez es:

Un día

Medio día

Media hora

7. Lo más mañé de Bantú ha sido:

Los sombreros del señor J.

Las papayeras del señor J.

Los adornos de Halloween del señor J.

Todas las anteriores.

8. Una canción que increíblemente muchos bailan en Bantú es:

Hotel California.

El Chocho.

El Aserejé

9. El niño lindo de Bantú es:

Cristian

Milo.

El señor J.

10. Se agarró una vez con la policía:

Juan Manuel.

Culo gordo.

Wilson.

11. Antes ponían sobre las mesas:

Crispetas.

La cuenta.

Una romántica vela.

12. Introdujo y es el mejor cliente de tequila:

Muñeco

Yeni Uribe.

Juan Bantú.

13. La canción más traqueada en los últimos tiempos es:

El chocho

Hotel California

La reina del hielo.

14. A Vanesa y a Marcela se las conoce como :

Las bailaoras de Manuchao.

La reina del hielo y la pecosa.

La mala clase y la neurótica

15. En la universidad se conoce a Bantú como:

Chandú

El antro.

Gamintú

Todas las anteriores.

16. La expresión con que siempre lo reciben a uno en Bantú es:

“Buenas noches, ¿en qué le podemos colaborar?”

“Bienvenido, usted es nuestra razón de ser”

“Ay, qué pereza trabajar…”

17. Cuando la rumba está en su mejor momento, Álvaro Pérez pone:

“Honey” de Moby

“One way or another” de Blondie

“Me cago en todo” de Andrés Calamaro.

18. Uno de los últimos personajes más Losers de Bantú es:

Wilson

Álvaro

El borracho

19. La rumba en Bantú se cierra casi siempre con:

Un vallenato

Un villancico.

Cambalache

20. Bantú será en el 2.010:

Una estación de policía.

Un parque biblioteca

Un antro de borrachos.


















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